BIODINÁMICA Craneosacral

terapia craneosacral·
Es una terapia manual, suave y profunda que promueve y potencia los recursos de curación naturales propios del organismo.

El método de trabajo no es invasivo, no hay manipulación física, y se desarrolla en un entorno amable y de una profunda calidad humana.

La Terapia Biodinámica Craneosacral puede ayudar en el tratamiento de muchas enfermedades, disolviendo los obstáculos que dificultan el buen funcionamiento del organismo y contribuyendo a restablecer la expresión de salud. 

Es una terapia que va más allá de tratar enfermedades y síntomas, se orienta a la salud, a la escucha, llegando a una dimensión más profunda, donde la Quietud conecta a la persona con su fuente de recursos y de vida,  con la misma Inteligencia de la vida que sabe lo que tiene que hacer. Tiene un efecto coadyuvante, literalmente que “contribuye a ayudar”, a potenciar incluso trabajos paralelos desde otras técnicas y métodos. Su mirada es amplia y global, donde el ser humano se expresa como una totalidad, funciona como un todo, es una dinámica unificada e integral que no puede ser reducida a una suma de partes, a un mecanismo. Cada parte está directamente conectada con la totalidad y funciona en relación con las demás partes. 

Tiene sus orígenes en los trabajos del osteópata William G. Sutherland (EEUU 1873-1954) en relación a la capacidad del propio cuerpo de autorregularse, equilibrarse y curarse, y ha sido desarrollada y enriquecida por muchos otros autores (R. Becker, J. Jealous y F. Sills, M. Boxhall, entre otros) y desde variadas disciplinas y tradiciones espirituales (medicina china, embriología, yoga y budismo, entre otras).

La Terapia Biodinámica Craneosacral se basa en el principio de la existencia de un impulso de autorregulación del organismo, que está presente en el momento de ser concebidos y que se manifiesta de forma constante en nuestro cuerpo trayendo orden, equilibrio y transformación. Este impulso se puede percibir en forma de movimientos sutiles en todas las estructuras del sistema (encéfalo, médula espinal, líquido cefalorraquídeo, meninges, huesos craneales, sacro y pelvis) y se transmite también a todos los órganos y tejidos del cuerpo. La potencia y calidad en que aparece y se transmite este impulso a todo el organismo determina su estado de salud y vitalidad.

La sesión se desarrolla en un entorno meditativo, de escucha y consideración de la persona en su totalidad, en el momento presente y sin juicios ni interpretaciones. El cliente se tumba en una camilla, vestido y en una posición cómoda y relajada. El terapeuta, desde esta actitud generosa y a través de un contacto suave con sus manos, puede escuchar y percibir en las estructuras, en los tejidos, los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones, patrones de congestión y resistencia y la calidad y potencia del impulso de autorregulación del organismo. Sin ejercer ninguna manipulación estructural ni física, y mediante diferentes habilidades no invasivas y principios terapéuticos, se facilitan y promueven las propias capacidades y recursos de la persona para que pueda reencontrar su equilibrio y autosanarse. Su propio ritmo, su propia música. 

Se trata pues de un proceso donde la persona y su organismo, a un ritmo más lento del que lamentablemente estamos empujados de forma habitual, puede darse espacio para reorientarse, equilibrarse, sentir que necesita y iniciar una mobilización desde diferentes dimensiones para acercarse a ello. 

MIS INFLUENCIAS

Mi enfoque del trabajo en biodinámica craneosacral está influenciado por mi formación y entrenamiento como psicólogo, psicoterapeuta y en terapia gestalt, así como por mi estudio y práctica de otros métodos y técnicas terapéuticas y de meditación. Esta combinación y enfoque personal me permite partir y promover un trabajo más global, profundo y ágil, desde todas las dimensiones del ser humano y de la experiencia, y acompañar al cliente en un viaje más generoso, sugerente y  transformador. 

¿A QUIEN SE RECOMIENDA?

A quién sufre por síntomas como dolor de cabeza, migrañas, tensión (mandibular, cervical, ocular…), dolor muscular y articular, contracturas, hiperactividad…

A quién necesita recuperarse de situaciones de cansancio, fatiga crónica, estrés, ansiedad, tristeza, insomnio, operaciones…

A quien vive procesos de cambio, como separaciones o despidos, muerte…

A personas que se encuentran bien, como refuerzo de la salud, para hacer frente al estrés diario y acceder a estados de relajación profunda…

Por su suavidad y delicadeza es reconocida también en el acompañamiento durante el embarazo, el parto, la crianza y en el trabajo con niños:

Embarazo, parto y postparto. Favoreciendo una preparación tranquila al parto, mayor confianza con los propios recursos, una recuperación más completa y natural en el post parto…

Nacimiento del bebé y crianza. Favoreciendo disolver las tensiones del nacimiento, establecer un óptimo vínculo familiar, la orientación, el despliegue de los propios recursos, la adaptación…

Niños con dificultades de aprendizaje, de comportamiento, de sueño o descanso, hiperactividad… Resolviendo tensiones, facilitando un contenedor seguro para explorar y soltar heridas emocionales, autorregularse… Para prevenir la consolidación y agravamiento de estas dificultades y tensiones del pequeño en la vida adulta.

También, la Terapia Biodinámica Craneosacral puede ser un trabajo desarrollado de forma paralela y coordinada con cualquier otro tratamiento o técnica. La calidad y orientación del trabajo promueve en el proceso general un efecto potenciador e integrativo.